FORTALEZAS Y DEBILIDADES DEL PROGRAMA AVDI, CHILE

                                             

Existen Programas de Evaluación que miden conocimientos, habilidades y/o actitudes en estudiantes de enseñanza primaria, secundaria y superior en diferentes países del mundo, se han creado programas para evaluar  a los docentes, uno de ellos es el que presentaré a continuación.

Con el fin de fortalecer la calidad de la educación se crea  en Chile la Asignación Variable por Desempeño Individual, (AVDI) a través de la Ley Nº 19.933 del 12 de febrero de 2004, que reconoce y premia a los docentes del sector municipal (público) que hayan sido evaluados con un nivel de desempeño Destacado o Competente, esto significa que quienes obtuvieron resultado básico o insatisfactorio no tienen derecho a rendir ésta prueba.

La postulación a la AVDI es de carácter voluntaria, consiste en una prueba escrita que mide conocimientos disciplinarios y pedagógicos correspondiente al ciclo en donde el docente fue evaluado.

De acuerdo a los resultados obtenidos en la evaluación docente se puede optar a una mejora de la RBMN: remuneración básica mínima nacional de un 5%, 15% o 25% de acuerdo al resultado obtenido en la prueba, aquellos docentes cuyo resultado en la evaluación docente fue destacado pueden optar hasta un 25% de la RBMN y quienes hayan obtenido como resultado la categoría competente  hasta un 15% de la RBMN, en aquellos casos que se obtuviesen resultados insatisfactorios en la prueba rendida el docente no recibe incentivo económico.

Si la prueba se rinde al año siguiente de haberse sometido al proceso de la evaluación docente  el beneficio que se obtenga de ella tendrá una duración de cuatro años, período en el cual nuevamente deberá evaluarse y dependiendo del resultado que obtenga deberá volver a rendir  la prueba para poder acceder a este incentivo económico.

Esta prueba permite que el docente pueda detectar sus fortalezas y debilidades, ha sido elaborada con preguntas abiertas y cerradas  que cada docente debiera manejar en el área en la cual se desempeña, en la prueba aparecen preguntas de conocimientos y de aplicación.

Este proceso de evaluación de desempeño permite que el docente pueda reflexionar sobre lo que sabe, sabe hacer  y como lo está haciendo, a la vez le permite profundizar algunos conceptos, contenidos en que pudiese encontrarse más débil.

Si bien es cierto, dependiendo de los resultados se obtiene un  incentivo económico determinado como desempeño de calidad, una de las debilidades que presenta esta prueba y que se refiere al aspecto central que aún no se ha podido resolver es el feedback de los resultados, por tanto el docente evaluado no logra tener acceso a conocer la cantidad de respuestas correctas e incorrectas y menos aún acceder a información sobre los errores cometidos en la prueba, lo que empobrece el sistema  y los resultados de estos en procesos de mejora continúa y/o de reflexión sobre sus prácticas docentes.

Un buen feedback es aquel que ayuda al estudiante a regular su aprendizaje. Para ello, debe seguir los siguientes principios (Nicol y Milligan, 2006): en este caso una retroalimentación adecuada al docente evaluado le entregará elementos  que le serán de gran utilidad en su autoreflexión en lo que respecta a:

• ayuda a clarificar lo que es un buen desempeño (objetivos, criterios, resultados esperados).
• Facilita el desarrollo de la reflexión y la autoevaluación durante el aprendizaje.
• ofrece información de alta calidad a los estudiantes sobre su aprendizaje.
• ofrece oportunidades para subsanar deficiencias en el desempeño 
actual en comparación con el esperado.
• ofrece información a los profesores para mejorar su enseñanza.

 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Ministerio de Educación, Chile. (s.f.). Asignación Variable por Desempeño Individual. Recuperado el 10 de 02 de 2013, de www.avdi.mineduc.cl

Santos Guerra, M. a. (1993). La evaluación: un proceso de diálogo, comprensión y mejora. Granada: aljibe. 

VILLARDÓN, L. (2006). Evaluación del aprendizaje para promover el desarrollo de las competencias. Educatio XXI, nº 24, p. 57-76.